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El agua es el nutriente más necesitado y en la mayor cantidad –mucho más que otros nutrientes— como la proteína y la energía. Cuando el becerro nace, su contenido corporal es más o menos un 70 % de agua. Una provisión de agua potable inmediatamente después del nacimiento mejora el crecimiento y el desarrollo de becerros antes y después del destete, potencialmente al estimular el desarrollo del rumen, y así aumentar la disponibilidad de nutrientes. El consumo del agua típicamente se aumenta con el crecimiento, con la mayor cantidad durante el destete. Los becerros que batallan con desafíos de salud normalmente consumen pocos granos de estárter y poca agua. A menudo tenemos mucho cuidado de no limitar la disponibilidad del agua para las vacas en lactancia, vacas secas y vaquillas, pero a veces se ignora la disponibilidad del agua para los becerros que no han pasado por el destete.

Proporciona agua limpia y fresca a todo momento

El agua de la leche, o el lacto reemplazante, no es suficiente para fomentar el consumo de estárter. No hay suficiente agua.

El consumo del agua entre becerros que tienen menos de 1 semana de edad es modesto, pero también significativo, con un promedio de 0.5 galones (2 litros) que aumenta constantemente a 1.2 galones (4.5 litros) hasta el Día 49.

Los becerros que consumen el agua desde su nacimiento tendían a tener menos diarrea, y cuerpos más largos y mayores alturas de caderas después del destete, comparados con los becerros que recibieron el agua más tarde en sus vidas.

Los becerros necesitan cuatro veces más agua que el consumo de materia seca, un índice de 4:1 (A. F. Kertz).

Los aumentos de peso entre el nacimiento y 4 semanas de edad se redujeron por un 38 % y el consumo estárter por un 31 % para los becerros que no recibieron el agua suplementaria además de su lacto reemplazante (A. F. Kertz).

La calidad del agua también es importante

Los becerros prefieren beber agua limpia. Haz pruebas sobre las fuentes del agua para detectar bacterias y contenido mineral.

Guarda baldes de agua fuera de contaminaciones ambientales: la tierra, los alimentos, el estiércol y las algas. Si el agua está sucia, los becerros tomarán menos agua y comerán menos.

La Universidad del Estado de Utah (Utah State University) encontró más aumentos de peso a diario y más peso del destete cuando los baldes de agua se vaciaban y se enjuagaban a diario comparado con cada semana o cada 14 días.

Cuando sea posible, coloca los baldes de agua y de grano lo más distanciados posibles en corrales individuales, o mete un separador en el corral.

Los becerros babearán el agua en el estárter y el estárter en el agua. Eso crea estárter mojado y agua sucia, y así los becerros consumirán menos de ambos.

La temperatura juega un papel crítico en el consumo del agua

Les gusta el agua cálida a los becerros, especialmente en el invierno. Los becerros no necesitarán usar energía adicional para calentar el agua fría a la temperatura de los rúmenes.

Los becerros más jóvenes prefieren beber el agua a una temperatura más parecida a su temperatura corporal de 103° F (39 °C) comparado con la temperatura del agua de pozo (de 50 °F/10 °C).

¡Los becerros no pueden beber el hielo! En situaciones de congelación, ofréceles agua a su temperatura corporal.

Los becerros tratan de mantener su temperatura corporal en los meses de verano. Aumentan sus respiraciones y el sudor, lo cual ocasiona pérdidas de agua que tienen que remplazarse.

Durante períodos de estrés por el calor, la Temperatura crítica más alta (UCT en inglés) comprobada para becerros es 78 °F (25 °C) o más.

El agua juega un papel esencial en el desarrollo del rumen

La leche contiene más o menos un 87 % de agua. Los granos estárter de becerros son normalmente un 10 % de humedad.

Cuando los becerros beben agua, el agua entra en el rumen, como los granos estárter.

La leche pasa por el rumen por el canal esofágico, y se deposita en el abomaso del becerro.

El agua en el rumen proporciona un medio para que las bacterias rumiantes vivan allí. Para fermentar los granos y el heno, las bacterias rumiantes tienen que vivir en el agua. Sin el agua el desarrollo rumiante se retrasa.

Si los becerros no beben suficiente agua, no consumirán suficiente estárter para becerros. Eso quiere decir que los becerros crecerán más lentamente, y sus rúmenes no serán capaces de ser tan eficientes al hacer la transición a una dieta rumiante.