página web

La nutrición óptima por sí sola no garantiza el éxito en la crianza de los becerros. También tiene que combinarse con una comprensión exhaustiva de la microbiología ambiental y el control de enfermedades. La bioseguridad es la base para todos los programas de prevención de enfermedades y es uno de los puntos más importantes en la reducción de antibióticos. Eso incluye la combinación de todas las medidas tomadas para reducir el riesgo de la introducción y la transmisión de enfermedades. Se basa en la prevención de y la protección contra los agentes infecciosos al restar importancia a los procesos de transmisión de enfermedades. Un programa comprensivo de revisiones, limpieza, saneamiento y monitoreo adecuados pueden reducir los daños emocionales y económicos de las enfermedades de becerros. La meta debe ser identificar problemas específicos, y luego proporcionar soluciones orientadas a esos problemas, desarrollar procedimientos de operación sanitarios estándares (SSOP en inglés) y observar con el monitoreo constante.

Programa de bioseguridad

Conoce tu operación: Haz una inspección de tus instalaciones. El principio de “nuevos ojos” se debe aplicar para identificar tanto las debilidades en tu plan de bioseguridad como los procesos que pueden permitir los patógenos entrar desde fuera o moverse de un lugar a otro. Debilita a tu enemigo, para que no se propague.

Conoce el protocolo: Pon en práctica los procesos y los procedimientos que aplican los principios de bioseguridad que eliminan, previenen o minimizan el potencial de enfermedades. Una inspección de los procesos agrícolas diarios te ayudarán a mitigar los riesgos, como el movimiento del personal, equipos técnicos, visitantes, la entrada de mascotas o pestes, la recepción de productos, el estiércol usado y el ocuparse de casos de mortalidad. Repetición: Cuando el peligro es frecuente, la probabilidad de lesionarse se aumenta.

Conoce a tu enemigo: Identifica y prioriza los agentes de enfermedades de mayor preocupación para tu establecimiento, al aplicar los principios de concentración y repetición. Los riesgos relacionados con la introducción y la transmisión de enfermedades son mucho más importantes en grandes instalaciones y pueden estar ocultados fácilmente.

Biopelícula

No uses una hidrolavadora de alta presión para limpiar los corrales de becerros por la contaminación cruzada. Las hidrolavadoras quitan la suciedad muy bien, pero no quitan la biopelícula restante.

La biopelícula es el enemigo de todos los criadores de becerros. Las bacterias viven en comunidades que se llaman biopelículas. Estas comunidades contienen muchos patógenos; hasta el 95 % de la carga orgánica.

Las bacterias relacionadas con las enferemdades respiratorias, la diarrea, el rotavirus y el cripto se esconderán en las biopelículas. Es importante controlar la transmisión de estas bacterias porque pueden ser perjudiciales económicamente.

Las biopelículas consisten en carbohidratos, proteínas y grasas. Utiliza un jabón que emulsionará las grasas y a la vez descompondrá o solubilizará los carbohidratos y las proteínas.

Tu meta no es eliminar los patógenos de tus instalaciones. Quieres reducir la carga de patógenos para que, cuando estén expuestos los animales, no se enfermarán.

Inspecciones ATP (trifosfato de adenosina)

Un programa completo de revisiones, la limpieza, el saneamiento y el monitoreo adecuados pueden reducir daños emocionales y económicos de las enfermedades de becerros.

Los veterinarios que están involucrados en el labor del saneamiento con clientes de lecherías deben invertir en un calibrador de trifosfato de adenosina (ATP en inglés).

Este dispositivo proporciona medidas rápidas y fáciles para identificar lugares sobrepoblados con la contaminación de bacterias.

El identificar y medir la contaminación son solamente un buen principio. La auditoría aporta un valor real a las instalaciones porque se usan los datos recogidos para identificar y solucionar los problemas. Es importante trabajar con el equipo lechero para desarrollar los SSOPs (procedimientos de operación sanitarios estándares) y un sistema para monitorear el progreso.

Dióxido de cloro

Se requiere el agua en casi todos los aspectos de la limpieza y la desinfección.

El asegurarse de que los becerros tienen acceso al agua de alta calidad es crítico para su salud.

La clave para la calidad del agua es la prevención de la contaminación microbiológica.

El dióxido de cloro mata a ooquistes de coccidia, ooquistes de criptosporidios, quistes de guardia, esporas bacterianas, levadura y esporas del moho, salmonella, E. coli, rotavirus y coronavirus con una baja concentración y valores de tiempo bajos.

El dióxido de cloro elimina las bacterias plactónicas y sésiles, y también entra en y destruye los hábitats de biopelícula.

Dr. Don Sockett dice que: “El dióxido de cloro es el desinfectante más eficaz para C. parvum, que provee la acción más rápida a la concentración más baja de todos los desinfectantes disponibles”.